mayo 27, 2010

El Bicentenario también se festejó en el Ferroclub de Escalada

Cientos de familias asistieron para celebrar el 25 de mayo. En una jornada soleada, pasearon y se fotografiaron en trenes de época restaurados.


Viajar en un trencito a vapor miniatura, ver locomotoras antiguas en movimiento y comer dentro de un vagón acondicionado fueron las opciones que eligieron más de 2 mil bonaerenses para festejar el Bicentenario de la Revolución de Mayo en el Ferroclub de Remedios de Escalada.

“La convocatoria superó las expectativas”, reconoció la presidenta de la asociación sin fines de lucro que restaura y acondiciona máquinas ferroviarias, Carina Brumatti, que evaluó como “muy gratificante ver tantas familias” visitando el lugar.

Es que la sede ubicada en 29 de Septiembre 3675 se colmó desde temprano (en su mayoría) por abuelos, padres e hijos. Todos pudieron disfrutar de “la trochita”, como es llamado el trencito a vapor que fue construido por uno de los socios de la institución y que pasea a los visitantes por dentro del predio, que tiene cerca de tres hectáreas.

El autor del pequeño ferrocarril fue Roger Davis, que equipó a la locomotora con un tanque a vapor, similar a cualquier máquina de estas características, pero en miniatura, ya que la trocha (distancia entre rieles) es de solamente 26 centímetros. Además, Davis la bautizó "Ferrocarril Económico del Sur".

A pesar de ser el favorito de los niños, no es el único atractivo del Ferroclub, ya que dentro de la sede también se exponen maquetas con ferrocarriles hechos en escala 1:87, es decir 87 veces más pequeño que en la realidad.

Pero hablar de trenes remite al trabajo en los talleres, sin dudas, y ése es el fuerte de la asociación, que cuenta con más de una decena de locomotoras y vagones de época restaurados y preservados.

La “vedette del Ferroclub de Escalada”, como la definió Brumatti, es una máquina fabricada en Inglaterra en 1913 por “Beyer & Peacock”, que participó en las filmaciones de las películas “Siete años en el Tíbet” y “Evita”. Esta casi centenaria locomotora es la única en el país que está en condiciones de operar, y fue una de las más visitadas en la jornada patria.

Además, los visitantes se fotografiaron dentro de los vehículos de transporte de pasajeros conservados exactamente igual que en su época de actividad, ya que están pintados y con sus interiores recubiertos en madera.

Los socios del club movieron algunos vehículos para el deleite y los aplausos de los presentes, muchos de los cuales nunca habían visto un tren diesel o a vapor en funcionamiento. Las colas se hacían largas, pero amenas, mate de por medio, para realizar los mini paseos por las vías del predio.

El día soleado acompañó, y tan grande fue la afluencia del público que pasadas las 15 ya se habían acabado los choripanes y algunas gaseosas. Sin embargo, nada opacó esta fiesta familiar que se dio en la sede del Ferroclub de Escalada.

La institución cuenta con 196 socios que tienen todos “una profesión paralela” porque no cobran por la tarea que realizan. “Hacemos todo entre todos, desde cortar el pasto hasta restaurar las máquinas”, reveló la referente.

Económicamente, la asociación se financia con las cuotas de los socios, las recaudaciones de los eventos, las donaciones recibidas y con el dinero que entra cuando alguno de los trenes es alquilado para participar en filmaciones.

El Ferroclub de Escalada puede ser visitado todos los sábados y domingos entre las 14 y las 18.

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