El perro ingresó a una vivienda y atacó a un chico de seis años que sufrió lesiones en su rostro y cuero cabelludo. La familia pide que se tome conciencia ante la tenencia de animales.
Un niño de seis años estaba en el jardín delantero de la casa de su abuela, en Lomas, cuando el rottweiler de un vecino ingresó al lugar y lo atacó. Algunas horas después, los médicos del Sanatorio Juncal lo operaron para suturar heridas, de hasta 15 centímetros en el cuero cabelludo, y le diagnosticaron la fractura de cráneo.
Dos semanas después, la familia del joven Nicolás se alegra de que el chico se haya recuperado –aunque seguirá en observación los próximos meses– y pide que “la gente tome conciencia que estos perros no pueden estar en zonas residenciales”.
Natalia Besteiro, madre del niño atacado, contó a La Unión que a su hijo finalmente “le sacaron los puntos” y se alivió porque “por suerte la puede contar”.
La mujer explicó que Nicolás “tuvo una fractura de cráneo, que está bajo control, y varias heridas importantes en el cuero cabelludo y en la frente”. Besteiro, que destacó la atención recibida por los profesionales del Juncal, relató que cuando el niño estaba en el jardín que da a la acera, en la casa de la abuela, “del portón de la vecina de enfrente se escapó un rottwiler que cruzó la calle”, que atacó al niño antes de que, corriendo, pudiera resguardarse.
Según contó, el feroz ataque se detuvo recién cuando otro familiar “le pegó una patada en el lomo” al can para que suelte al niño. El veterinario Claudio Gerzovich, especialista en comportamiento canino y felino, y autor del libro “Nuestro Perro”, explicó que “los ataques pasan por irresponsabilidad, por tener estos perros sueltos”. En ese sentido, graficó: “Si un perro se descontrola es peligroso. Cualquier perro puede descontrolarse, pero uno de 50 kilos puede hacer un desastre”.
Por su parte, Alejandro Tuy, profesional de la Veterinaria de Urgencias Cuidad Jardín, señaló que los rottweiler “son razas que tienen mucho temperamento” y enfatizó que “no cualquiera las puede tener”.
En ese sentido, postuló que “deben tener una educación firme para que después puedan ser dominados”. “Los perros no reconocen a los chicos como humanos. El animal, cuando el chico corre sale corriendo atrás, lo ve como si fuera un conejo, y tratan de cazarlo”, señaló.
Por lo pronto, el nene fue operado para realizarle las suturas en su cabeza y deberá esperar tres meses para saber si la fractura que sufrió su cráneo finalmente quedó soldada.
“Nicolás tendrá que tener cuidados con cremas por la piel, kinesiología para recuperar el músculo de la frente y tratamiento psicológico, porque quedó con miedos a los animales”, explicó la madre. Hasta ahora, los padres realizaron la denuncia policial, con testigos incluidos, y no descartan la posibilidad de continuar por la senda judicial.
“Si a un tamaño de animal grande le añadimos un poder de mordida importante, pasan estos ataques, pero lo peor que se puede es cargárselos sólo a la raza. La dirección de los perros es un problema humano”, sentenció Gerzovich.
“Si a un tamaño de animal grande le añadimos un poder de mordida importante, pasan estos ataques, pero lo peor que se puede es cargárselos sólo a la raza. La dirección de los perros es un problema humano”, sentenció Gerzovich.
Se creó el registro de propietarios de perros peligrosos
El 5 de enero de este año el Senado y la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires sancionaron la ley 14.107, con la que se creó el Registro de Propietarios de Perros Potencialmente Peligrosos, que tiene por objeto establecer la normativa aplicable a la tenencia, para hacerla compatible con la seguridad de las personas y otros animales.
Entre ellos, se consideran a las razas incluidas dentro de una topología racial que por su naturaleza agresiva, tamaño o potencia de mandíbula, tengan capacidad de causar la muerte o lesiones graves a las personas y a otros animales.
Al tiempo de crear el registro, se dispuso la creación de una delegación del mismo en cada municipio. Las razas alcanzadas por la ley son las siguientes: Akita Inu, American Staffordshire, Bullmastif, Bull Terrier, Doberman, Dogo Argentino, Dogo de Burdeos, Fila Brasileño, Gran Perro Japonés, Mastín Napolitano, Pit Bull Terrier, Presa Canario, Rottweiler y Staffordshire Bull Terrier.
Además, la ley establece que cualquier incidente producido por un perro potencialmente peligroso a lo largo de su vida, conocido por las autoridades administrativas o judiciales, se hace constar en su hoja registral, que se cierra con su muerte; y que las autoridades responsables del Registro deberán notificar a las autoridades administrativas o judiciales competentes cualquier incidencia.
Pasos para la tenencia
La tenencia de perros potencialmente peligrosos queda sujeta al cumplimiento de las siguientes disposiciones:
* Solicitar la inscripción antes que el perro cumpla seis meses.
* Identificar al perro mediante la colocación de un chip o de un tatuaje.
* Para la presencia y circulación en espacios públicos, utilizar correa o cadena de menos de un metro de longitud, collar y bozal, adecuados para su raza.
* Adoptar medidas de seguridad y prevención en el inmueble donde se aloja al perro, en el que debe haber estructuras suficientemente resistentes y de dimensiones adecuadas que impidan al perro escaparse o sobrepasar el hocico más allá de los límites propios.
* En el inmueble que pertenezca a más de un propietario, se prohíbe dejar al perro en lugares comunes.
* Queda prohibido el abandono de los perros alcanzados por esta Ley.
* Comunicar al Registro la cesión, robo, muerte o pérdida del perro.
