julio 28, 2010

Una colonia gratuita para disfrutar las vacaciones de invierno

Niños y niñas de hasta 12 años pueden dibujar, disfrazarse, pintar con témpera, correr carreras de embolsados y jugar a la pelota en el lugar. Planean llevar a los pibes al teatro.

Una treintena de chicos pasa sus tardes de las vacaciones de invierno jugando y entreteniéndose en una colonia de invierno que instaló la Dirección de Juventud municipal, en San José. Para ello, el local del centro cultural El Hornero, ubicado en El Litoral al 800, cedió sus instalaciones y desde el lunes pasado los pibes pueden participar de las actividades que preparan estudiantes de universidades cercanas y voluntarios del barrio.

Todo el que tenga hasta 12 años y se encuentre de vacaciones escolares puede aceptar esta invitación. En este lugar, los pibes pintan con témperas, hacen collages, diseñan máscaras y se disfrazan.

Igualmente, no sólo hay actividades puertas adentro, porque (si el sol acompaña) también se improvisan apasionantes partidos de fútbol y carreras de embolsados.

Entre las 13 y las 16.30 los chicos juegan, como corresponde. Al final de cada jornada, la merienda forma parte de un ritual que se prolonga por dos semanas, mientras dure el receso escolar.

Leandro Ferrari, uno de los jóvenes que tienen a cargo el cuidado de los chicos y participa en la Dirección de Juventud local, comentó que se trata de “un espacio recreativo más que nada”. Al respecto, amplió: “no buscamos que los chicos acá aprendan las cosas del colegio. Si bien podemos ayudarlos con alguna tarea, queremos que sea un espacio de recreación y expresión”.

Mientras Ferrari dialoga con La Unión, una de sus compañeras ayuda a disfrazarse a dos nenas que no pasan los 9 años. En el patio, además, dos de los coordinadores de la colonia entretienen a los varones con pelotas de fútbol.

A pesar de la fría tarde de invierno, en el barrio algunos están pasando el tiempo con los pibes. “A veces este lugar es una contención que muchos padres no pueden dar a los chicos, por razones de trabajo u otras problemáticas. Tratamos de hacer actividades para que se acostumbren a compartir y jueguen en grupitos”, explicó Ferrari.

La decoración de las paredes corresponde con la organización social que habitualmente utiliza el espacio. Por eso, no asombra leer retazos de diarios zonales en las paredes, junto con banderas que identifican a “El Hornero”.

Igualmente, para evitar confusiones, un pizarrón ubicado cerca de la entrada deja en claro que, por algunas horas, el edificio se convierte en “Colonia de Invierno”.

“Ayer trajimos cartones para que se hagan máscaras y témperas para jugar con los chicos. Todos tienen las mismas fascinaciones. Hay que buscar las formas de acercarse y se termina haciendo un vínculo afectivo”, se sinceró el “profe”, como los chicos llaman a cada uno de los jóvenes que los cuidan.

Para pasar la tarde no hay un plan que establezca horarios. En cambio, hay propuestas que los niños aceptan según sus ganas de divertirse con una u otra cosa.

Al respecto, Ferrari aclaró: “queremos que el espacio lo construyan, si los pibes se sienten parte, al instante empiezan a cuidarlo. Si siente que vienen a jugar y pasarla bien, sienten propio al lugar”.

Durante los últimos días de vacaciones, los pibes tendrían más sorpresas, según lo adelantó el coordinador: “les vamos a armar un cine, vamos ir al teatro y haremos una kermés para cerrar las vacaciones”.

La iniciativa de compartir obras cinematográficas con los chicos, además de las excursiones puertas afuera, será una novedad. “Queremos que los chicos conozcan que hay otros medios de comunicación. Vamos a ver películas clásicas para nenes y a trabajarlas con preguntas”, contó el referente.

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julio 27, 2010

“Movimiento Despertar”, una iniciativa solidaria

Está integrada por jóvenes del conurbano bonaerense que se acercan a los niños de los comedores para organizarles festejos. Planean dictar cursos de ofi cios en escuelas públicas.

El Movimiento Solidario Despertar está conformado por jóvenes bonaerenses que se definen como un grupo de “servicio social y desarrollo integral, no lucrativo, apolítico y no religioso”. Desde hace tres años organizan jornadas recreativas y educativas para chicos que asisten a comedores barriales. Este año se proponen dar talleres en escuelas públicas.

En diálogo con La Unión, el referente de la institución Javier Díaz aseguró que la organización tiene como “objetivo primario los que se relacionan con recrear a través de actividades didácticas”. Sin embargo, reconoció: “una vez que vas recorriendo comedores te das cuenta de que no sirve de mucho estar un solo día, porque una taza de leche una vez no ayuda más que a eso. Nosotros queremos que abarque más”.

Todo comenzó en julio de 2008, cuando los integrantes del Movimiento Solidario Despertar decidieron realizar una campaña para el Día del Niño. En esa oportunidad se celebró en Monte Grande, con la presencia de más de un centenar de pibes que disfrutaron de los shows de payasos, juegos recreativos y merienda, además de recibir uno de los juguetes donados.

Al año siguiente, con la experiencia en la espalda, la movida se incrementó. “Al principió éramos un par de amigos que juntábamos juguetes y alimentos. Empezamos haciéndolo para fechas puntuales, sin organizar demasiado. A partir del año pasado lo empezamos a hacer más organizado, con más trabajo”, explicó Díaz.

Con ese cambio, la entidad estuvo planeando actividades con comedores de Luis Guillón y preparando jornadas para niños en la Universidad de Lanús. Además, los integrantes de Despertar intentaron formar parte de una sociedad de fomento, aunque la iniciativa no duró demasiado. “Quisimos participar, pero nos exigía muchas formalidades y no terminaba dependiendo sólo de nosotros”, justificó el referente, que analizó: “teníamos una idea muy grande y no llegamos a cumplirla”.

Entonces fue que decidieron colaborar con entidades “ya armadas”. Al respecto se refi rió Díaz: “estamos cerrando un proyecto con la Escuela 8 de Luis Guillón para ver si podemos empezar a trabajar juntos, porque queremos dictar algunas materias extracurriculares”.

La propuesta incluiría talleres de oficios que incentiven a la solidaridad. ¿Cómo es eso? “Queremos hacer talleres sobre solidaridad para activar ese lado de los chicos. Y también queremos darles cursos de carpintería para enseñarles oficios. La idea es que aprendan algo que les sirva para el trabajo y, a la vez, engancharlos con valores”, expresó.

El nombre del movimiento deja ver las intenciones de estos jóvenes (ninguno alcanza los treinta años) que explican que Despertar signifi ca para ellos que “es tiempo de actuar y de buscar soluciones”.
Díaz explicó que cada uno de los integrantes “tiene sus cosas” y dejó en claro que los miembros no necesariamente coinciden en su “ideología política”, ni en sus trabajos. Sin embargo, destacó que todos tienen “ganas de ayudar”.

Además, el referente reflexionó sobre el rol que las personas juegan en su comunidad: “Nuestra experiencia solidaria le puede servir a otra gente para incentivarla, porque para hacer sólo falta tener ganas y arrancar. Nosotros nos convencimos de que podíamos mientras lo hacíamos”, aportó.

Al respecto, agregó: “empezamos siendo tres y nos encontramos con que habíamos juntado 100 ó 150 litros de leche y 100 juguetes. Nos mirábamos y no lo podíamos creer”.

La próxima movida solidaria será el 21 de agosto, para el Día del Niño. De esa jornada, que se realizará en la Universidad Nacional de Lanús, participaran pibes de cinco comedores populares del sur del Gran Buenos Aires. “Vamos a darles talleres a los niños durante el día. Habrá espacios de literatura, de cultura y una obra de teatro”, adelantó Díaz. Para comunicarse con el referente del Movimiento Solidario Despertar y colaborar con los festejos basta llamar al 15-6509-7390.

julio 25, 2010

“El Puente Verde”: la formación que inserta en el mundo laboral

Se trata de una empresa sin fines de lucro que enseña a partir del trabajo. Los alumnos/empleados producen plantines y arbustos, y se encargan de venderlos.

"El Puente Verde” es una empresa social sin fines de lucro que contiene, forma y emplea a jóvenes con discapacidades intelectuales o diagnósticos psiquiátricos. Tiene como objetivo que las personas se desarrollen en el mundo del trabajo y logren su autonomía desde la formación laboral en contextos productivos reales.

Al respecto, Natalia Ravina, una de las referentes de la institución, amplió: “nuestra tarea tiene que ver con la formación en situación de trabajo. Esta ‘agrupación popular’ tiene una mirada de la discapacidad desde las posibilidades. Por eso planteamos una crítica a los estigmas sociales que hay en torno de la discapacidad”.

Dentro del emprendimiento productivo, que se dedica a la horticultura, jóvenes en situación vulnerable se forman desde (y para) el trabajo. “Nosotros hablamos de individuos en situación de desventaja, pero hoy la mayoría de los beneficiarios son personas con discapacidad mental, con diferentes diagnósticos”, aclaró Ravina.

Cuando de discapacidad se habla, la mayor oferta educativa se centra en el nivel primario. Por eso “El Puente Verde” surge como “un espacio para continuar la formación”. “Lo que tratamos de hacer nosotros es completar esa formación directamente en la situación de trabajo. Les permitimos que manejen el dinero y la producción que tenemos, que es de plantines florales y arbustos”, expuso la especialista.

La organización, que recibe a jóvenes mayores de 16 años, se encuentra en un predio fiscal de Monte Grande y cuenta con invernaderos, huerta, granja y un comedor.
En el lugar, además de encargarse de aprender el proceso productivo, los alumnos/trabajadores asisten a talleres complementarios, como el de alfabetización, que dictan voluntarios que se acercan a la entidad.

Mientras que en invierno la jornada laboral se prolonga desde las 8 hasta las 17, en verano las actividades comienzan más temprano. “Si no hace mucho calor”, justificó la referente.

“Desarrollar esta propuesta trae muchas dificultades, sobre todo en cuanto a lo económico, porque para contratar profesionales, más allá del voluntarismo, se necesitan fondos. Nosotros no les cobramos nada a los jóvenes por asistir. Al contrario, queremos que ganen por el trabajo que realizan”, sintetizó Ravina.

Para financiarse, “El Puente Verde” está inscripto como Taller Protegido de Producción en la Provincia de Buenos Aires. A través de ese vínculo, los trabajadores reciben 300 pesos mensuales. Además, la institución recibió hace más de un año un subsidio del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación que le permitió reparar los invernaderos.

Si bien la empresa social sin fines de lucro brinda una prestación en materia de salud mental, todavía no tiene convenios firmados con obras sociales. “Sería necesario que contemplen la mirada de salud mental que tenemos nosotros”, explicó la referente en diálogo con La Unión. A continuación, la expuso: “creemos que alguien que tiene esquizofrenia y que está estable puede tener un trabajo, lo mismo que una persona con síndrome de Down”.

Uno de los requisitos para que puedan participar los interesados es que estén en condiciones de acercarse por sus propios medios al predio ubicado en Jorge Newbery (kilómetro 28.500) y La Horqueta. “Tienen que tener cierta autonomía porque no los podemos ir a buscar. Algunos de los jóvenes tienen convenios con sus obras sociales y éstas les pagan el remís, y otros vienen en colectivo”, contó la pedagoga.

Cómo ayudar

En varias oportunidades los integrantes de “El Puente Verde” han publicado en clasifi cados solidarios la institución para recibir donaciones. Para ayudar al mantenimiento de las instalaciones se pueden comprar plantas y arbustos, que son producidos en el lugar, o realizar donaciones. Para conocer más sobre la entidad visitar www.puenteverde.org.ar o escribir a proyectoelpuenteverde@gmail.com.

julio 24, 2010

Sociedad de Fomento Parque del Rey, una forma de volver al barrio

Con una cuota mensual de un peso, la organización ofrece apoyo escolar, inglés, clases de folclore y danza. Además, prestan su terreno a otras organizaciones sin fines de lucro.

Un centro de jubilados, un equipo de fútbol infantil y el Club de Leones de Lomas de Zamora funcionan dentro del predio de la Sociedad de Fomento Parque del Rey, entidad que además brinda cursos y talleres a la comunidad por una cuota mensual de sólo un peso.

No se trata de una organización conformada por otras, sino que diferentes partes del terreno de la sociedad de fomento lomense fueron prestadas a otras entidades como el Centro de Jubilados El Ombú, el Club Social y Deportivo Parque del Rey y el Club de Leones local.

A pesar de su reducción territorial, la sociedad de fomento brinda clases de folklore y danzas, cursos de cerámica, apoyo escolar para niños de la zona e inglés. También, acerca profesionales de la salud a los vecinos.

Olga Espinosa, socia (y ex tesorera) de la fundación, aseguró formar parte de una institución “muy solidaria” que “siempre ayudó a otras organizaciones” a desarrollarse.
“El año pasado alojamos en nuestras instalaciones a un taller en el que trabajaban personas con discapacidad, mientras les reparaban su edificio”, justificó.

La sociedad de fomento cuenta con un presidente que asombra por su juventud. Es que con tan sólo 23 años, Cristian Daniel Devy consiguió convertirse en la mayor autoridad del lugar. Es un estudiante, que en sus tiempos libres colabora con la organización de su barrio. “Estamos hablando de una institución que, con 50 años de vida, no tenía ni gas. Para nosotros era una deuda. Nos lo planteamos como objetivo y ahora tenemos fecha para instalarlo”, señaló Devy.

El presidente añadió que desde su gestión mantienen “actividades que ya estaban como apoyo escolar, inglés”, y que intentan “agregar nuevos talleres”. “Tratamos de conseguir actividades de forma gratuita, a través de organismos estatales”, marcó Espinosa, aunque aclaró que también “se ofrecen actividades con cuotas bajas. Hablamos con algunos profesores, que a veces se acercan, y se dicta algún curso cobrando poco”.

Entre los múltiples lazos que unen a las organizaciones con sus barrios, está el escuchar las necesidades de los vecinos. “Tenemos mucha afluencia de gente, tratamos de dar respuestas a las inquietudes que nos traen. Por ejemplo, sábado por medio estamos sacando micros para hacer las compras más barato en el Mercado Central”, dijo la referente.

El presidente de la institución analizó, en diálogo con La Unión, el rol que ocupan las sociedades de fomento en la comunidad. “Creemos que es fundamental que seamos un puente entre el Estado y el barrio. Nosotros detectamos qué le falta en materia de cultura, educación y recreación. Necesitamos estar conectados con el Estado para poder ejecutar algunas acciones que las sociedades civiles no podemos hacer solas”, definió Devy.

Por su parte, Espinosa señaló que “el rol de la sociedad de fomento fue cambiando en el tiempo”. La socia reflexionó: “En épocas anteriores se dedicaba más tiempo al ‘fomentismo’ y se cumplía una función más activa en los barrios. Ahora, nadie va a salir a pintar los cordones de la vereda, porque nadie tiene tiempo”, observó.

¿Cuál sería entonces el nuevo rol de una ONG así? “Ahora se trata de brindar asesoramiento y dictar cursos. También tenemos a una psicóloga social trabajando con nosotros que ayuda mucho con los problemas del barrio”, analizó Espinosa.

Para participar de la Sociedad de Fomento Parque del Rey, que está empadronando nuevamente a sus socios y sumando nuevos, basta con acercarse a las puertas de Catamarca 1037, Lomas de Zamora. 

julio 23, 2010

Debatir con pares sobre el trabajo autogestionado

Microemprendedores lomenses se juntaron para compartir sus experiencias y plantear posibles mejoras a su tarea. Muchos accedieron a préstamos solidarios que no exigen garantías.


Un centenar de microemprendedores lomenses se reunió a debatir sobre cómo mejorar sus posibilidades laborales. El evento se llevó a cabo en un jardín de infantes comunitario ubicado en San José. En el patio del lugar armaron una feria y en las aulas hubo talleres que invitaban a compartir experiencias.

Cerca de las 9 de la mañana el frío no estaba sólo en el jardín de infantes Arrorró. Decenas de trabajadores que tomaron el camino de la autogestión estaban allí preparando sus puestos de venta o charlando, café en mano.

La idea de la jornada organizada por la Fundación de Organización Comunitaria (FOC) fue reunir a los emprendedores para analizar en conjunto sus necesidades. La primera en invitar al debate fue la referente de FOC y coordinadora del Arrorró, Marta Alvarenga, quien anunció: “hoy vamos a elaborar propuestas para mejorar nuestro crecimiento”.

En la misma línea se pronuncio el director de la FOC, Juan Pablo Yovovich, quien explicó a los trabajadores: “queremos saber cuáles son sus problemas, expectativas y propuestas”.

Luego de las palabras iniciales, los presentes se separaron en cuatro grupos de charla-debate. En cada una de las aulas que fueron utilizadas para expresarse, surgieron experiencias laborales concretas de los emprendedores.

Muchos de quienes se acercaron comenzaron sus negocios autogestionados con microcréditos otorgados por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a través del Banco Popular de la Buena Fe, una propuesta que intenta promover el desarrollo de emprendimientos productivos, de servicio o venta.

Esa modalidad comunitaria permite acceder a pequeños préstamos a personas que no cuentan con garantías y que, por lo tanto, quedan marginadas de los empréstitos bancarios tradicionales. Tanto la FOC como el Instituto Municipal de la Producción, el Trabajo y el Comercio Exterior lomense (IMPTCE) facilitan el acceso de los vecinos al “banquito” de la Buena Fe.

Otros, sin embargo, se acercaron para informarse de cómo conseguir uno de los pequeños créditos para lanzarse en un emprendimiento. Es el caso de una señora, de unos cuarenta años, que contó: “Yo cocino en mi casa y a veces vendo. Me gustaría poder salir a vender afuera”.

Para animarla un poco, otra mujer le confió su experiencia. “Yo saqué un préstamo en el ‘banquito’ para mi emprendimiento. Con esa plata iba a comprar ropa a la (Feria) La Salada y la revendía. Me iba bien”, dijo.

Entre quienes ya tienen sus negocios autogestionados, los reclamos fueron repetidos: “lugares fijos donde poder trabajar”, “espacios de capacitación”, “posibilidades de difusión y publicidad”, fueron los que más se escucharon en los debates. “Necesitamos una feria en el barrio para poder vender sin tener problemas con la Municipalidad”, afirmó una vecina, que parecía haber enfrentado alguna vez esa dificultad.

Los organizadores se comprometieron a analizar los resultados de la jornada y a realizar nuevas reuniones en los próximos meses para encarar “acciones concretas. Estaría bueno que se haga lo de la feria”, decía un emprendedor a sus compañeras mientras esperaban el almuerzo que marcaba el final, por lo menos, de esa reunión.

Cómo funciona el Banco Popular de la Buena Fe

Cualquier interesado en obtener un préstamo (de hasta 500 pesos) para financiar un emprendimiento deberá presentar su proyecto en el IMPTCE, ubicado en Alem 207. La garantía para el crédito es considerada “solidaria” porque los préstamos se aprueban en grupos de cinco emprendedores que actúan de garantes en conjunto.

julio 18, 2010

Casa Carlos Fuentealba, un espacio de los trabajadores

Dictan talleres de gimnasia, artes plásticas, danzas folklóricas, milonga y tango. Tienen espacios de debate literario. Abrió en Temperley, en 2008.

Desde hace más de dos años funciona en Temperley la “Casa de Trabajadores y Trabajadoras Carlos Fuentealba”, una institución social que adoptó su nombre en homenaje al docente que murió tras ser herido por la policía neuquina en una marcha de protesta. La mayoría de los integrantes del espacio son maestros y profesores de escuelas públicas del Conurbano Sur y organizan talleres y actividades culturales que se desarrollan en el edificio.


En 2008, los fundadores alquilaron la propiedad donde se instaló el colectivo cultural, que es gestionado de manera independiente. “Fue con mucho sudor y trabajo porque no recibimos ningún subsidio”, explicó María Florencia Muñoz, una de las referentes del lugar, quien añadió: “Los ingresos se fueron generando a partir de las actividades y con el aporte voluntario. Fue un gran desafío autosustentar este proyecto, pero hace casi tres años que lo conseguimos”.

Al comienzo, el grupo de pedagogos organizó actividades culturales, políticas, charlas-debate sobre género y hasta participó del encuentro de la juventud en Rosario por el aniversario del nacimiento de Ernesto “Che” Guevara.

Estos descubren el perfil de la organización que en la actualidad ofrece talleres culturales abiertos a la comunidad, donde participan muchas personas del barrio. “El proyecto que proponemos es un espacio abierto a la cultura y la educación popular por el cambio social”, definió Muñoz, al respecto.

Bajo esa consigna se elaboran los talleres que dicta la institución. Dentro de amplia oferta curricular se cuentan las clases de gimnasia; artes plásticas, para niños y adultos; los debates literarios; y la práctica de danzas folklóricas, milonga y tango.

En ese sentido, la referente aclaró que desde la apertura del lugar “muchísima gente ha pasado”, aunque diferenció dos públicos: “Algunos vienen por lo artístico y otros porque están tratando de organizar algunas movidas en sus barrios”, clarificó.

De los cursos pueden participar quienes deseen acercarse a la entidad, que insiste en que “las puertas están abiertas” para todos. Además de estos talleres, que son íntegramente organizados y dictados por los miembros y miembras de la Casa Fuentealba, hay otros que se ofrecen a partir de convenios con organismos estatales.

Es el caso del taller de periodismo y comunicación que se dicta en conjunto con el Ministerio de Trabajo de la Nación. Esta cursada tiene por objetivo formar a los participantes para la redacción de noticias y crónicas, desde la óptica de su barrio. “Nos convertimos en un Centro de Capacitación a partir de la aprobación de nuestro primer proyecto que tenía que ver con los medios de comunicación. Por eso formamos estudiantes en el marco de la Ley de Medios”, agregó Muñoz.

El lugar ubicado en 14 de julio 140, Temperley, abre sus puertas entre las 18 y las 22 de lunes a viernes. Mientras que cada sábado ofrece actividades durante toda la jornada ya que los docentes aprovechan su día de descanso para organizar eventos y juntarse en el espacio cultural.

La representante de la Casa Fuentealba, que además es maestra en la Escuela Primaria 94 de Lomas de Zamora, analizó: “Es fundamental tener espacios de convocatoria abiertos donde los vecinos se puedan cruzar y acercarse a la cultura. Muchas veces resulta que acceder a un espectáculo o participar de una charla-debate significa tener mucho dinero. Queremos volver al barrio para recuperar los lazos sociales, a través de espacios como éste, donde la gente viene con ganas de hacer cosas y mostrar lo que hace”.

Contacto
Para comunicarse con la casa puede llamar al 4244-0888, o escribir a casa_fuentealba@yahoo.com.ar

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julio 13, 2010

Impulsan la formación integral de jóvenes de la región

Se trata del  Centro de Formación Profesional Nº 5 que brinda cursos a lo largo del año. Los talleres se complementan con actividades deportivas y culturales.

Cursos de tornería mecánica, electricidad industrial, instalación eléctrica domiciliaria, mantenimiento de edificios, reparación electrónica, gastronomía, operador de computadoras, belleza integral y peluquería, son algunos de los cursos ofrecidos de forma gratuita por el Centro de Formación Profesional N° 5 de Lomas de Zamora.La institución comenzó a trabajar en 2003 “tratando de incluir a los pibes que habían sido excluidos de las escuelas”, según definió el director, Nelson Sánchez.

Los cursos duran 10 meses y cuentan con turnos de mañana, tarde y noche, en diferentes sedes ubicadas en Fiorito, Budge, Llavallol, Villa Albertina y Villa Urbana. La cantidad de clases semanales oscila entre dos y cuatro encuentros, dependiendo de la temática del taller.

Cada estudiante que finaliza sus estudios en la entidad recibe su diploma, que es validado por el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires. El único requisito para la inscripción es que los aspirantes hayan completado la escuela primaria. Igualmente, Sánchez explicó que “a veces se inscribe” a los que no la finalizaron “con la condición de que la terminen antes de recibir el título”.

El proyecto educativo nació a finales de 2001, a partir de la crisis económica que sacudió al país. “En ese momento había muchos jóvenes fuera del sistema educativo y laboral, por eso elaboramos un proyecto con el objetivo de incluirlos”, contó el pedagogo a La Unión.

Para convocar alumnos, de entre 16 y 24 años, los educadores a cargo del proyecto capacitaron a jóvenes que “invitaban a unirse a los pibes que estaban en las esquinas de los barrios”, recordó el referente. Al respecto, expuso: “muchos de los chicos habían sido excluidos de las escuelas, por diversos motivos, y volvían al sistema educativo a través de los cursos”.

Este centro de formación ofrece una currícula distinta a la tradicional, ya que tiene un “proyecto pedagógico integral”. Esto implica que tiene actividades complementarias de índole social, como talleres deportivos y artísticos. Otra de las diferencias, es que en cada curso hay una pareja docente conformada por un maestro, que conoce los contenidos formales, y un acompañante que interpreta “las necesidades de los jóvenes” y mejora la comunicación entre las partes.

“Aplicando este esquema logramos que no haya deserción”, comentó Sánchez, quien explicó que “el 98 por ciento del alumnado estaba en la calle”. “Que haya dos instructores por curso permite hacer un seguimiento cercano para evaluar la trayectoria educativa y laboral de cada estudiante”, agregó el directivo.

Asimismo, la iniciativa tiene en cuenta las inquietudes de los alumnos porque los cursos que se dictarán en el siguiente año lectivo son determinados a través de encuestas. “Se trabaja desde la necesidad”, explicó el referente. A partir de estas consultas, el Centro de Formación Profesional incorporó charlas sobre discriminación, HIV, sexualidad y derechos. “Esta cercanía entre estudiantes y profesores logró abordar, más de cerca, las problemáticas de los pibes”, analizó, orgulloso, Sánchez.

Para colaborar o participar en la institución, que trabaja en conjunto con UNICEF y la Fundación de Organización Comunitaria (FOC), se puede llamar al 3967-1351.

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julio 10, 2010

Adultos mayores lomenses festejaron el 194 aniversario de la Independencia

Los socios del Centro de Jubilados 1° de Mayo celebraron la fecha patria y el cumpleaños de su institución con una banda musical, asado y, obviamente, velitas.


Más de un centenar de adultos mayores festejaron junto a sus familiares el Día de la Independencia en el “Centro de Jubilados 1° de Mayo” de Lomas de Zamora. La institución, que además celebró su cumpleaños durante la jornada patria, organizó un evento que comenzó con el izamiento de la bandera, donada por la Municipalidad, y culminó con un asado.

Cerca del mediodía, la orquesta de la comuna estaba apostada en la vereda de Portela 970. Allí, sus integrantes interpretarían Aurora, el Himno y la Marcha de San Lorenzo. La jornada de festejos arrancó con el ingreso de la bandera nacional, la provincial y la del centro de jubilados, que se estrenaba en esa ocasión. La emoción en los rostros de los abanderados y escoltas que acompañaron las insignias no se podía disimular. Los elegidos fueron: Antonio Candio, Beatriz Martín, Héctor Lema, Juana Chan, Dominga Starópoli, Miguel Nicol, Salvador Porto, Juan Carlos Pérez y Carlos Saboundjian.

Starópoli, que superó los noventa años -aunque parece mucho menor-, aseguró sentir “mucha alegría” por secundar al símbolo ceremonial. Al respecto, amplió: “cuando se trata de llevar la bandera no se puede sentir más que orgullo”.

Las formalidades continuaron y la bendición de un eclesiástico al emblema patrio antecedió al discurso de la presidenta de la entidad, Susana Zampa, que arrancó aplausos a los presentes.

Después, la referente le confesaría a La Unión qué le cruzó por la mente a la hora de dirigirse al público: “pensé en mi bandera y en todos los chicos que no saben, por ahí, lo que es el 9 de julio. Por eso les pedí que la vieran como símbolo. Si no respetamos a la bandera, no nos respetamos nosotros”, reflexionó.

Ayer, el centro de jubilados cumplió 24 años y aprovechó la ocasión para presentar su propia insignia en tela. “Quisimos hacerle la bandera porque no tenía y nos pareció importante tener algo que nos represente”, agregó.

Los colores fueron el azul, rojo y blanco, que desde la fundación del lugar lo identifican. ¿El diseño? Surgió de una votación entre los bosquejos que idearon los integrantes de la comisión directiva.

De los momentos que se sucedieron en la calle, cortada por la Policía, el más emotivo seguramente fue el de la entonación del himno. Durante esos minutos, varios vecinos que no estaban al tanto del festejo salieron a las puertas de sus hogares para cantar las estrofas junto a los adultos mayores.

Mientras finalizaba el acto puertas afuera, dentro del edificio las mesas esperaban a sus comensales. Las parrillas colmadas de pollo, vacío e infaltables choripanes empezaban a tentar a todos los presentes con su olorcito característico. Sin ellas no hubiera sido festejo patrio, sin dudas.

“Me siento emocionada de ver toda esta gente acá. Las personas se juntan para festejar y elijen venir al centro de jubilados. Es muy lindo ver a la gente contenta”, valoró Zampa, quien agregó: “Siempre festejamos. Hoy es día de reunión porque el centro cumple años y nos honró la Banda municipal en venir a tocar”. Por su parte, el líder del conjunto musical, Leonardo Leonetti, aseguró “sentir mucho orgullo por tocar” en la organización a la que pertenece.

Luego del almuerzo, que fue acompañado por alegres charlas y tomas fotográficas, llegó el momento de soplar las velitas para festejar los primeros 194 años de independencia. Una torta por mesa y una porción de bizcochuelo por persona, anunciaban que la reunión llegaba a su fin. Por lo menos, hasta la próxima.

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julio 08, 2010

"Gambeta y después", arte con compromiso social

La banda sureña tiene seis años de vida, se caracteriza por autogestionarse y por no tocar en el circuito comercial. Sus integrantes prefieren presentarse en espacios públicos. Hoy tocan en el Centro Cultural Kamajpacha, en Gerli.

“Gambeta y después” es un proyecto artístico y cultural independiente que surgió en 2004, en el conurbano sur. Desde sus inicios se destacó por su compromiso social, incluso priorizándolo por encima de lo musical. “Entendemos a la canción como forma de comunicación y resistencia”, explicó en diálogo con La Unión Adrián, cantante y armoniquista de la banda.

El músico amplió la particular definición: “creemos que el arte es manifestación y compromiso. Somos muy cuidadosos en lo literario porque siempre hay una bajada de línea ideológica. Para nosotros el embrión es lo literario y la música acompaña a lo que se dice”, afirmó.

El conjunto, que suele presentarse en comedores infantiles de barrios en lucha, centros culturales, plazas y todo espacio público donde se le permita manifestarse, eligió no formar parte del circuito convencional de bares, boliches y salones para tocar.

“Vamos encontrando nuevas formas de difusión. Tenemos pautas claras dentro del grupo para hacer un camino distinto al de la mayoría de las bandas, que terminan siendo empleados del sistema. Queremos buscar caminos alternativos. Y aunque sabemos que no es una jugada fácil, estamos metidos a pleno”, definió el vocalista.

En sus seis años de vida, Gambeta y Después -que completa su alineación con Santiago (en bajo), Tomás (guitarra), Martín (teclados), Pablo (batería), Natalia (percusión) y Diego (logística)- ha realizado giras por las provincias de Córdoba, Chaco y Mendoza.

El federalismo de la iniciativa, como la intención de llevar su música a los lugares habitualmente olvidados queda claro, a esta altura. Pero por si todavía hay dudas, la banda anuncia en su manifiesto que continuará “recorriendo los barrios con su compromiso, por sobre todas las cosas” y que “estará donde haya gente sin voz”.

“Creemos que se tienen que abrir espacios para que muchas personas muestren lo que están haciendo y es muy lindo y creativo. Por eso apoyamos mucho la ley de medios (audiovisuales)”, expresó Adrián.

Todos los integrantes del conjunto musical tienen otras ocupaciones para poder subsistir económicamente. Dentro del grupo hay varios artesanos, una docente y un techista. La autogestión parece tener su precio porque ninguno de los artistas por ahora puede dedicarse a su vocación.

Al respecto, Adrián analizó: “al igual que todos los músicos, soñamos con tener un reconocimiento masivo por lo que hacemos, pero creemos que no sólo a través del televisor se puede ser masivo. Preferimos otros lugares, como en el campo popular de la lucha y el debate. Seguramente es un camino más largo, pero que no traiciona nuestros sentimientos”.

En la actualidad, “Gambeta y después” está por grabar su primer disco, obviamente de forma artesanal. “Compramos una placa de sonido porque el guitarrista está estudiando y lo vamos a grabar nosotros”, adelantó el cantante, orgulloso.

Musicalmente el colectivo cultural prefiere escaparle a las definiciones por género. Pero si se intentara encasillarlos, podría decirse que sus ritmos tienen condimentos rioplatenses, de música andina, candombe, reggae, murga y folklore. “Somos muy amantes de la música uruguaya”, se sinceró Adrián.

La próxima presentación de “Gambeta y después” será hoy en el Centro Cultural Kamajpacha, ubicado en Catamarca 2270, Gerli.

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julio 07, 2010

Teatro Ensamble, un complejo cultural independiente

La institución autogestionada dicta talleres para aprender y practicar disciplinas artísticas. Tiene un elenco propio que a su vez administra las instalaciones.

Ciclos de cine, música y obras teatrales caracterizan al Banfield Teatro Ensamble, un complejo cultural “autogestionado e independiente”, según lo definió Ignacio Gómez Bustamante, referente de la institución.

Todo comenzó a mediados de la década pasada entre actores que integraban un taller de la Municipalidad de Lomas de Zamora, aunque pronto se independizarían. “Éramos seis o siete personas con el proyecto de presentar una obra por año. Empezamos haciendo teatro de imagen: un terreno vanguardista, poco explorado, donde las obras por ahí duraban una hora y veinte y no tenían ni dos líneas de texto”, recordó Bustamante.

En 2000 plantarían bandera, obteniendo su primer espacio físico en un local alquilado, que se ubicaba en Junín y Alsina. “Ahí le dimos el carácter de una institución por primera vez”, reconoció el integrante del consejo directivo del Ensamble.

“Igualmente, lo más serio se emprendió cuando volvimos a cambiar de sede y llegamos a la actual, donde quintuplicamos el espacio, formamos la comisión directiva y tuvimos que definir una serie de cosas, como por ejemplo quiénes se encargaban de cada tarea y cómo se organizaría el trabajo”, reveló Bustamante. Desde siempre los integrantes del Banfield Teatro Ensamble (BTE) se definieron por la autogestión. ¿Por qué? “Porque nunca entró un peso de ningún lado”, graficó.

Según evaluó el referente, “lo más vanguardista” que lograron los integrantes del elenco fue poder “sostener el espacio institucional con fruto del trabajo artístico”. No es poco, y Bustamante lo sabe. Por eso, orgulloso, expresó: “logramos que una obra artística hiciera crecer actividades culturales y dé posibilidades de trabajo a los jóvenes”.

La gestión independiente llevó a la institución a cruzar fronteras. Hace dos años el grupo viajó a Venezuela para participar del 1º Encuentro Nacional de Esquemas Asociativos Solidarios, un congreso cuya temática era la administración autogestionada.

El rápido y continuo crecimiento del BTE parece no conformar al referente que reflexionó acerca del papel que ocupa el complejo en el barrio: “la idea es que cumpla cada vez más su función comunitaria, que es darle a la gente la posibilidad de tener un lugar donde se hace algo artístico y cultural cerca de su casa”, analizó.

Si bien Bustamante reconoció que “la participación de la comunidad es muy imprevisible”, observó que “algunos espectáculos (como el café concert) tienen un público garantizado” y eso les sirve para “promocionar las otras obras”.

La institución cuenta con una sala principal, una secundaria ubicada en el subsuelo y otras “no convencionales”. ¿De qué se tratan? “Se están usando a veces unas oficinas que hay en el fondo para hacer funciones porque el espacio es adecuado para algunas obras que son más íntimas”, explicó el integrante del BTE.

Algunas de las actividades estables del Banfield Teatro Ensamble son el café concert que se realiza los viernes y sábados a la medianoche; las obras de teatro que se exponen los jueves y sábados a las 21; las proyecciones cinematográficas, miércoles a las 20; y el ciclo de jazz que se realiza cada domingo.

Además, todos los días por la tarde se dictan talleres de “casi todas las disciplinas artísticas”, definió Bustamante. Para participar del BTE basta con acercarse a Larrea 350, en Lomas de Zamora.

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julio 06, 2010

Unite, la experiencia de enseñar a adultos mayores

Pasaron de tener treinta alumnos a mil cien en una década. Es una opción para jubilados que quieren continuar sus estudios o encontrar actividades intelectuales.

La Universidad de la Tercera Edad (Unite), ubicada dentro de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora (UNLZ), brinda gratis desde 1998 más de 40 cursos para adultos mayores de 60 años, sin importar qué nivel de estudios tengan. Este año el programa superó los mil cien inscriptos y su director, y uno de sus fundadores, Jorge Tognolotti, analiza: “ni el más optimista de nosotros lo hubiera imaginado”.

A fines del siglo pasado fueron cinco docentes de la UNLZ los que se propusieron comenzar a dar “cursos para adultos mayores”, pero nunca pensaron que los 30 alumnos que tuvieron inicialmente se multiplicarían y alcanzaran el grado de adhesión actual. Tan importante es el crecimiento que Tognolotti expresa: “pasamos de brindar cinco cursos a 46 en la actualidad”.

La oferta curricular es variada e incluye clases de historia, sociología, psicología, talleres de producción radial, cursos de pintura, idiomas, informática y fotografía digital. La lista de los espacios de aprendizaje continúa, y parece infinita.

Los alumnos de Unite comparten los pasillos, baños y comedor con los alumnos de las carreras de grado de la facultad. Y desde este año tienen acceso a la biblioteca como cualquiera integrante de la universidad. “Existe una integración total con el resto del estudiantado”, se alegra el referente, aunque reconoce “que aún falta hacer más actividades en conjunto, como compartir conferencias”.

La historia de la Universidad de la Tercera Edad tuvo sus vaivenes, porque si bien surgió en la UNLZ, luego pasó a depender de la municipalidad de Lomas de Zamora, hasta 2001. Después de la crisis volvió bajo el techo de la facultad, incluida como parte de la Secretaría de Extensión, hasta que en 2006 pasó a depender directamente del decanato.

Aunque Tognolotti destaca que el mayor objetivo de los alumnos de Unite “es formarse”, reconoce que el programa académico también les “brinda contención, una ocupación y algo en qué pensar” a sus participantes, muchos de los cuales son jubilados.

Para una gran cantidad, además, representa “un espacio donde nunca pensaron estar, como es la facultad”, narra el docente, mientras advierte que el pedido del estudiantado de Unite “es que no se transforme en un centro de jubilados”, sino que continúe con los espacios de aprendizaje.

Para la UNLZ, Unite debe ser un orgullo porque incluso la representó, a fines de abril, en el décimo quinto “Encuentro Nacional de Departamentos y Programas Universitarios con Adultos Mayores” que se realizó en San Luis. “Fue un éxito nuestra presencia”, analiza Tognolotti, que adelanta que “propusieron que Lomas sea la sede el año que viene”.

Otro ítem para el orgullo lomense es que el 80 por ciento de los docentes de Unite es egresado de la casa de estudios local. El resto no, porque dictan disciplinas que no se enseñan en la comuna del sur del conurbano.

Tognolotti explica algunas de las particularidades de enseñar a adultos mayores: “hay un continuo ida y vuelta con los docentes, ya que normalmente nosotros tenemos el conocimiento de determinada disciplina y ellos el conocimiento de vida”. Y agrega: “a veces se está dando en historia la época de 1945 y los alumnos la vivenciaron, entonces el docente no sólo está dando la materia sino también aprendiendo”.

Si bien no existen evaluaciones para aprobar la cursada, las formalidades no son pocas para garantizar la calidad de los cursos. Por eso, los profesores tienen que presentar un programa con los contenidos que se van a dar, como en todo plan universitario.

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julio 04, 2010

Piuquén, una organización social en el meollo de la cuestión

La institución, que impregna de sentido su nombre en lengua mapuche, articula esfuerzos en el barrio 14 de Febrero, un asentamiento que surgió en la localidad de Longchamps hace un año y medio.

Piuquén es una organización social del Sur del Conurbano que surgió de una agrupación de mujeres y luego mutó a su formación actual para incorporar a los militantes varones. Su principal trabajo con la comunidad se desarrolla en el barrio 14 de Febrero, donde cerca de 600 familias viven en un terreno que fue tomado en 2009.

Los integrantes de la organización, cuyo nombre significa “el meollo de la cuestión” en Mapuche, sostienen que “lo que hace que una comunidad tenga fortaleza es construir juntos” las demandas que aparecen en los grupos sociales.

En diálogo con La Unión, Nora Pereyra, coordinadora de Piuquén explicó los objetivos de la entidad: “Queremos cambiar la metodología de trabajo social del puntero de ‘yo te doy, vení conmigo’ que tiene de rehén a la gente. Por eso buscamos la participación, escuchar cuáles son las necesidades que surgen en los barrios y salir del asistencialismo”, reveló.

Uno de los focos principales donde se desarrolla la institución oriunda de Longchamps es en el mundo laboral y por eso Piuquén participa de las cooperativas del programa Argentina Trabaja. “Si un político se pone el programa ‘bajo el brazo’ hay un problema. Nosotros tratamos de generar conciencia de para qué sirve, de los porqués de aprovechar las capacitaciones”, expuso la referente, quien evaluó que “se han dado cosas muy interesantes a partir de conseguir estos trabajos” ya que las familias empezaron a “tener algunas tranquilidades” desde lo económico y eso permite “ir por más”.

A partir del momento en que muchos habitantes del 14 de Febrero pasaron a contar con un empleo, comenzaron a organizar en el barrio festivales que luchan contra la xenofobia, donde las personas originarias de distintos países latinoamericanos exponen sus culturas. “Cuando la panza te pica mucho, cuesta pensar en otras cosas”, graficó le representante de Piuquén.

La organización social cuenta con emprendimientos de serigrafía, estampado y costura en ese barrio que también está presentando su equipo de fútbol infantil. Los pibes del 14 de Febrero se encargaron hasta de diseñar sus propias remeras. Todo un símbolo de identidad.

“Venimos organizando fiestas para los chicos, exposiciones de cine, trabajando el tema de la violencia y detectando enfermedades que puedan tener”, resumió Pereyra.

El barrio, que ya tiene cerca de un año y medio de vida, logró obtener en ese plazo la delimitación de todas sus calles y terrenos, y hasta un espacio para una plaza. Piuquén instaló merenderos en el asentamiento para ayudar a la alimentación de los más de mil niños que lo habitan. “Los merenderos son también excusas de unidad, porque nos sirve para detectar cosas que de otra manera no veríamos”, mostró la referente.

Los vecinos tomaron los terrenos, que se encontraban abandonados, el 14 de febrero de 2009 y fueron desalojados en ese momento. Igualmente, volvieron a instalarse tres días después. La referente de Piuquén reveló que en el segundo intento “la gente del barrio” les “solicitó ayuda para poder organizarse” porque los conocía de trabajar en un asentamiento cercano.

“Un barrio tiene vida cuando vos ves que pusieron un lugarcito donde venden carbón, verdura, tienen su huertita, sale humo de las casas y hay ropa colgada. Cuando miro las fotos de lo que era al comienzo y lo que es ahora me emociono”, se sinceró Pereyra. A pesar del paso del tiempo, el asentamiento todavía no tiene conexiones de luz ni de agua.

Donaciones

Para contactarse con la institución, en la que participan más de un centenar de personas, puede llamar directamente a su coordinadora, Nora Pereyra, al 15-5565-9595. Piuquén se encuentra organizando los festejos del Día del Niño y acepta “donaciones de todo tipo”.

julio 03, 2010

“Ambularte”: artistas independientes llevan la cultura a los barrios

Ponen en escena artes plásticas, circo, murga, títeres y ferias artesanales. El espectador no sólo mira el show, sino que participa. Todos los meses visitan una localidad del conurbano. En julio pasarán por Temperley. Ambularte es un proyecto desarrollado en conjunto por diferentes agrupaciones artísticas autogestionadas del conurbano sur, que buscan llevar la cultura por los barrios. Realizan todos los meses grandes ferias donde exponen murga, teatro de títeres, artes plásticas, circo y graffitis.

La iniciativa ambulante, que además cuenta con una feria artesanal, intenta “acercarse al público, en lugar de esperar que el público se acerque”, según contó Abel Giménez, uno de los organizadores del movimiento, quien explicó que por eso tratan de “hacerlo en las estaciones de trenes, porque más gente pasa por allí”.

El colectivo cultural está conformado por la murga “Momo a Shanty”; los titiriteros de “Dos de la mancha”; un artista plástico conocido como “Walter ‘el hombre de la pinza de hierro”, que se especializa en grabados; el circo de Juanillo; y por los graffiteros Gonz y Clon.

La idea de los artistas es recorrer el conurbano bonaerense llevando sus expresiones de manera independiente. “El espacio lo ‘bancamos’ nosotros. Nos encargamos de todo: desde hacer la convocatoria, hasta traer el carro (que es el escenario) y armar el sonido”, reveló Abel, que forma parte de Momo a Shanty.

A veces los militantes de la cultura barrial se encuentran con dificultades para recaudar ya que todos los números son a la gorra. Igualmente, la mayoría de quienes hacen Ambularte viven con lo que ganan por la disciplina artística que eligieron. “Nosotros por ejemplo, además de presentarnos en Ambularte, damos talleres de murga”, señaló Abel, que cada sábado tiene a su cargo a un grupo de estudiantes en la escuela 29 de Lomas de Zamora.

En las presentaciones sobre las tablas no pierden el enfoque pedagógico, y por eso los números son complementados por clases de baile, grabados, o artesanías. “La idea es que la concurrencia participe del show. Por suerte se enganchan, se acercan y participan mucho”, confesó el referente, en diálogo con La Unión.

Este grupo de artistas independientes busca que el público tenga una experiencia diferente a la que está acostumbrada para entretenerse. “Queremos que la gente vea una alternativa nueva, en vivo, muy diferente a lo que ve por televisión. Les mostramos alternativas dentro del arte, y por ahí se suman”, expuso Abel.

En cada presentación, que dura aproximadamente seis horas, quienes hacen Ambularte intentan vincularse con la comunidad. En consecuencia, se proponen todos los meses visitar un nuevo destino con su colectivo cultural, que ya pasó por Luis Guillón, Monte Grande, Llavallol, Glew, Ezeiza, Burzaco y Avellaneda.

Este recorrido itinerante les permite, además de conectar a las diferentes localidades del conurbano con el arte y la cultura, mostrar sus trabajos y darse a conocer. Al respecto, Abel reconoció que “la posibilidad de difundir es importante porque no hay demasiados espacios estables para mostrar” las actividades que realizan estos jóvenes artistas con dedicación, y a pulmón.

Pero la propuesta es más amplia aún, porque recorren los barrios acompañados de una feria artesanal en la que no ofrecen “ningún producto de reventa”, según se encargó de aclarar Abel, entre risas. Es que tanto la ropa, las comidas y las obras en madera tienen una gran producción manual encima.

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julio 02, 2010

Centro Educativo Redondel: apostar a las capacidades, más allá de las limitaciones

Nació en 1979 en Lomas de Zamora. Doscientos niños y jóvenes con discapacidad intelectual concurren a diario a la institución que tiene un jardín de infantes, escuela primaria y de formación laboral.

Dentro del Centro de Educación Especial Redondel, de Lomas de Zamora, articulan sus tareas un jardín de infantes terapéutico, una escuela de Educación General Básica y un centro de formación laboral. El lugar, al que asisten centenares de personas con discapacidad intelectual, además cuenta con actividades artísticas y deportivas, para complementar su desarrollo. Todos los años realizan una exposición dentro del establecimiento para mostrar los resultados del aprendizaje.

“Hay que apostar a las capacidades de cada alumno, sin negar la discapacidad”, definió, en diálogo con La Unión, la vicedirectora de la entidad, Daniela Prime. En todos los niveles está la posibilidad de que los chicos hagan una integración con la escuela común, que es supervisada por los docentes de Redondel.

La escuela de educación especial funciona desde 1979 y actualmente recibe diariamente a más de doscientos niños y jóvenes con discapacidad mental. El objetivo general de la institución es “ofrecer un conjunto de acciones educativas, terapéuticas y de formación laboral”, que son abarcadas desde un enfoque interdisciplinario.

Para ello cuenta con novedosas propuestas como la Granja Educativa, un recurso de inserción laboral para alumnos que egresaron del establecimiento. Además está el llamado “Teatro para la Inclusión”, una alternativa conformada por un grupo de actores con discapacidad intelectual.

La búsqueda de la entidad educativa es integral, y eso se pone de manifiesto al observar las tareas que se proponen desde la escuela laboral, que se plantea la implementación del proyecto “empleo con apoyo”. Esta iniciativa apunta a que los jóvenes obtengan un empleo contemplando “las adaptaciones y condiciones del entorno necesarias para el óptimo desempeño laboral”.

La formación de las personas de cara al mundo del trabajo tiene por objeto su preparación en conocimientos, habilidades, hábitos y técnicas que les permitan, de acuerdo a sus capacidades y limitaciones, insertarse en este ámbito que representará una faceta más en su desarrollo personal y facilitará su integración social.

Por eso, el centro de formación laboral organiza talleres de panificación, carpintería, mantenimiento, cestería y diseño textil. Los jóvenes que completan estos cursos tienen la posibilidad de acceder a la realización de pasantías laborales en comercios y establecimientos de la zona.

Al respecto, Prime contó: “Tenemos pasantes en muchas empresas para que los chicos comiencen a trabajar, y algunos de ellos terminan quedando como empleados. Evidentemente esto muestra que hay un reconocimiento a las capacidades, porque cumple una función”. La institución cuenta con un polirrubro, ubicado a metros de su sede, que es atendido por algunos egresados.

Hace algunos años, Redondel anexó un nuevo predio a su fundación. Se trata de un terreno en San Vicente donde funcionan los talleres de huerta, granja y artesanías campestres, además de un emprendimiento de granja educativa. “El proyecto para este lugar es crear un espacio para la inserción laboral de las personas con discapacidad, terminada su formación”, según reveló la directora de la institución, Mirta López.

Para la máxima referente de Redondel, las personas con discapacidad “muchas veces encuentran en la sociedad grandes limitaciones para hallar un lugar en el trabajo competitivo”, y eso motiva los esfuerzos para reforzar este aspecto.

“Les tratamos de dar más estrategias para que sean autónomos, puedan comunicarse, y aprendan”, amplió López. En la misma sintonía, Prime apoyó: “Tenemos que lograr que los jóvenes no se queden en las casas, sino que salgan y puedan desarrollar todos los derechos que tienen como personas: a trabajar, a estar en pareja y a formar una familia”.

La Fundación Redondel se encuentra ubicada en Laprida 770, Lomas de Zamora,
y su número telefónico es el 4243-4896.

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Alumnos de Lomas de Zamora debatieron sobre derechos del consumidor

Fue en un colegio privado de Temperley. Se presentaron autoridades municipales del área de defensa de los usuarios para analizar casos prácticos y ofrecer herramientas de denuncia. Las charlas seguirán en otras escuelas.


Decenas de alumnos del colegio Generación de Temperley participaron ayer de un encuentro de debate con la directora municipal de Relaciones Institucionales y de la Oficina de Información al Consumidor de Lomas de Zamora, Juana Baena. Durante la jornada se trataron los derechos y obligaciones del consumidor y se discutió sobre casos prácticos puntuales.
El evento, que comenzó temprano en 25 de Mayo 119, se inició con la presentación de Baena acerca del área que tiene a su cargo. “A partir del desconocimiento de muchos vecinos de la existencia de una oficina que defiende al consumidor, nos pareció importante que los jóvenes sepan que pueden concurrir a ella. Estas charlas son sobre todos los derechos de los consumidores y usuarios”, definió la especialista.

Acto seguido fue el turno de la exposición de los abogados Marcelo Asís y Verónica Santella, que atienden en la oficina comunal. Ellos lanzaron sobre la mesa los derechos y obligaciones de los consumidores, según las normativas nacionales y provinciales. Luego de algunas preguntas de los alumnos sobre las leyes, llegó la parte más jugosa de la jornada. Se trató de la exposición de casos prácticos, sacados de la vida cotidiana. ¿Qué pasa si una familia o una empresa compran un pack familiar de telefonía celular y deben reclamar por su funcionamiento? La pregunta dio pie al debate y Asís se encargó de aclarar que “a la empresa no la cubriría Defensa del Consumidor” porque estaría incorporando los productos “al proceso productivo”, mientras que la oficina estatal podría sí defender al usuario particular en este caso.

“La presentación de casos prácticos es la búsqueda de un método pedagógico. Si le traes solamente el texto de una ley a un chico de 17 años, se te duerme. De esta manera también se van a ver reflejados y ver cómo pueden recurrir al nuestra área”, observó la abogada.

Otras aclaraciones que surgieron durante la reunión fueron que: “las leyes de Defensa al Consumidor no abarcan la compra-venta entre usuarios individuales, sino las realizadas a comerciantes”; que “los alimentos que se venden vencidos pueden ser denunciados”, ya que entran en las incumbencias del organismo estatal; y que por normativa “todos los productos deben tener su etiqueta en español”, aunque sean importados.

Sobre cómo y dónde denunciar, Asís expuso: “Para reclamar por una compra realizada dentro del partido de Lomas de Zamora pueden dirigirse a Portela 518 e iniciar el trámite de forma gratuita. Tiene que ir con su DNI y factura de compra”.

En esa sintonía, Baena analizó: “para los chicos es muy importante darse cuenta de que hay alguien que los defiende en muchos casos en los que ellos se manejan cotidianamente” y agregó: “no necesitan ningún turno, tienen que venir y se les van a brindar las respuestas necesarias”.

Las charlas debate continuarán cada jueves por las escuelas secundarias y terciarias del distrito. Sobre la iniciativa que acerca a la dirección comunal con los habitantes, Baena indicó: “estamos viendo la necesidad de estar en más contacto con esas instituciones y por lo tanto concurrimos a ellas para saber cuáles son las necesidades y formar redes de contención”.

Por su parte, la directora del establecimiento educativo Generación, Alicia Tombolini, subrayó la “importancia de conectar a la municipalidad con las instituciones educativas porque los chicos no ven” a la administración del distrito “como un lugar donde pueden ser escuchados, sino donde tienen que pagar los impuestos”. Por eso, se alegró de la existencia de espacios de debate que permiten “compartir charlas y conocer al municipio desde otro ámbito”.