junio 08, 2012

“Fogonazo” Policella, 50 años retratando al tango de Buenos Aires

Alfonso ‘Fogonazo’ Policella es un vecino de Banfield que dedicó medio siglo a fotografiar a parejas de bailarines del ritmo del 2x4. Hoy, retirado de la actividad profesional recordó con Info Región muchas de las anécdotas recabadas durante tantas décadas de milonga, y se enorgullece de tener una colección de "más de ocho mil" retratos propios y de haber llegado de las primeras fotos como changas, a una apuesta con fotógrafos de la BBC. Una historia local que enriquece a la región.

En las paredes, los retratos huelen a una vieja Buenos Aires, de milongas al paso y orquestas en clubes de barrio, de grande salones de pisos arlequín y aires de arrabal. La poética alma del tango, bañada de melancolía y amor, de pasión y despecho, pareciera estar ahí, delimitada en marcos, comprimida en imágenes, capturada para siempre de la mano de él, Alfonso Policella, “Fogonazo” para el ambiente del 2x4 , que además de ser un reconocido fotógrafo del ritmo más porteño de todos, es un vecino de Banfield. Artista local que le abrió las puertas de su hogar a Info Región para contarle alguna de las anécdotas recopiladas en más de 50 años retratando bailarines y cantantes, orquestas y bandoneones, cantantes y bohemios…

En diálogo con este medio, Fogonazo, de 71 años, repasó su más de medio siglo de carrera, que le permite poseer una colección de ocho mil retratos propios, con los que sueña hacer una muestra en la región. Sus flashes recorrieron las milongas de todo el país y sus fotos aparecieron hasta en la BBC de Londres.

En el hall de la casa, un pilón de fotografías –en blanco y negro, y en colores- esperaban junto a Alfonso el comienzo de la entrevista. La ventana entreabierta, los cuadros compilando más imágenes sobre las paredes, un infaltable cenicero y una edición de la revista Buenos Aires Tango completan la escena.

La ronca voz de Policella rememora sus primeros pasos en la zona sur del Conurbano. “Yo nací en Villa Urquiza, viví en Barrio Norte, y venía a Banfield para ir a bailar a Mi Club donde no te dejaban entrar sin corbata, sólo de elegante sport. ¡Alquilábamos las corbatas en la esquina!”, recuerda y ríe.

El fotógrafo recordó, sus inicios dentro del mundo del tango a sus jóvenes 20 y cuenta que allí nació su pasión “Iba a bailar con mi hermano, que es mayor que yo, y me hacía entrar en el Salón La Argentina, en Rodríguez Peña y Corrientes. Yo quería bailar pero no me daban bolilla porque había grandes bailarines como Juancito Luna, Gerardo Portalea y el ‘Pibe’ Palermo”, contó.

De esta forma, casi sin saberlo, se empezaba a definir su profesión ya que el mismo Fogonazo recuerda cómo llegó a fotografiar. “Ahí (en los primeros bailes) empecé a sacar fotos y después me empezaron a pedir si las tenía para vendérselas. Así empecé porque podía pagarme los revelados y tener algún mango para salir a la noche”, dice.

La pasión del tango se transmitió por generaciones. Y el caso de Fogonazo no fue une excepción ya que sus padres lo bailaban y ahora uno de sus hijos continúa por la misma senda. “Uno me salió milonguero”, dice, con orgullo, mientras pasea su vista por una fotografía, que se convirtió en cuadro y observa a los visitantes desde una de las paredes de la casa banfileña.

La edición del último trimestre de 2010 de la publicación Buenos Aires Tango, donde Policella publicó muchas de sus fotos, evidencia en uno de sus artículos las celebraciones realizadas en homenaje por sus 50 años de carrera. En la reunión que se realizó en el bar Código de Barras y la muestra de fotografías, en Círculo Apolo, fueron tomadas imágenes en las que aparece Fogonazo. “Los fotógrafos estamos siempre con la cámara pero nunca salimos en las fotos”, comenta. La conmemoración de su medio siglo de arte fue una buena oportunidad para romper la máxima implícita.

Entre las inmensurables anécdotas que vivió Fogonazo durante su trayectoria como fotógrafo hay una imperdible. Su apuesta con fotógrafos de la cadena inglesa de noticias BBC que llegaron a la Argentina con el objetivo de retratar a Roberto “El alemán” Tonet y su pareja, Silvia Céspedes. Los extranjeros se presentaron en una milonga porteña con cámaras “increíbles” por su tecnología, desconocida en estos pagos.

Resulta que –traductor de por medio- no creían que Fogonazo pudiera retratar a los bailarines con su humilde cámara y, palabras más, palabras menos, terminaron apostando para ver quien capturaba mejor el momento. Según cuenta, el primer turno fue para el inglés, quien gatilló su cámara fantástica. Y luego le tocó al porteño, que nada lento, aprovechó para gritarle a Tonet para que estuviera preparado. Salió el flash y ambos profesionales se dirigieron a la casa de revelados.

"Cómo no le voy a ganar si nunca habían sacado una foto bailando tango. Tenés que saber cuál es el momento justo”, se enorgullece el representante argentino, años después. La foto, finalmente cruzó el océano hacia Europa para ir a la BBC. La apuesta quedó acá.

Antes de despedir a Info Región, Policella cuenta que su apodo surgió de casualidad. Resulta que una bailarina que era retratada le dijo una noche “basta con esos ‘fogonazos’, por los flashes”. En las noches sucesivas, los habitúes de aquella milonga reconocían al fotógrafo por este apodo, del cual nunca renegó.
 
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