Según informó la Policía, las muertes por accidentes de tránsito en la Ciudad de Buenos Aires suman 76 en lo que va del año, y de esta forma los datos igualan las cifras difundidas por la fuerza de seguridad en 2009 completo. Así y todo, los números fueron puestos en duda por Axel Dell’ Olio, representante de la Asociación Luchemos por la Vida, quien señaló que los agentes “cuentan los muertos en el momento del accidente”, e ignoran en sus estadísticas a aquellos que sufrieron lesiones y fallecieron después.
Para la ONG, los decesos en el primer semestre de este año, en Capital, fueron 85. Estas diferencias fueron aclaradas por Dell’ Olio: “Nosotros tomamos en cuenta los datos de la morgue”. Para la Policía Federal, en 2008 se registraron 128 víctimas fatales y 142 en 2007. Mientras que para Luchemos por la vida, en cambio, en 2007 hubo 234 muertos y 181 luego.
El referente de la organización civil –que se aboca a la seguridad vial– contó que cuando en 2009 las estadísticas porteñas indicaban que hubo 76 fallecimientos, desde la ONG advirtieron un error en los conteos. “Les dijimos que había una disminución, pero que era de 234 (en 2008) a 181. Hay que ser prudente cuando se habla o difunden datos desde el Estado”, afirmó Dell’ Olio y comentó que un portal de noticias porteño dio a conocer los datos policiales sin verificarlos con otras fuentes. El medio aseguró que el “aumento fue generado por el transporte público”, y argumentó que –siempre según los números policiales– “en lo que va de 2010 suma 23 muertes contra siete del primer semestre de 2009”.
“Este año dicen que el problema es por los colectivos, cuando es algo que siempre estuvo, con la diferencia de que ahora los medios tomaron parte”, reflexionó el referente de Luchemos por la Vida, quien aseguró que “la cantidad de muertos no ha variado año tras año” y expresó que “los resultados están a la vista”. Dell’ Olio expuso que “en Argentina no hay datos fehacientes” sobre vialidad y criticó que “la Policía Federal tome los datos cuando hay heridos o muertos al momento del accidente” sin realizar un seguimiento.
“Si fallecieron camino al hospital para la Policía es gente viva”, comentó el referente, quien añadió: “Dijeron que de 2007 a 2009 bajaron un 50 % y ahora lo que les pasa es que no pueden sostener la mentira y pelean con su base de datos”. La organización sin fines de lucro recomienda para reducir los accidentes de tránsito, y sus víctimas, “fortalecer articuladamente la educación, la concientización y los controles y sanciones efectivas”.
Dell’ Olio interpretó que la disminución en las estadísticas que se registraron en Capital Federal en los últimos años respondieron a los anuncios realizados por el oficialismo. “La baja se da por los dichos de que iban a hacer controles de alcoholemia y control de cascos, que sostuvieron sólo unas semanas. Es como el cuento del pastor y el lobo”, graficó.
Por eso, el especialista lamentó que “hagan planes de seguridad vial para las cámaras de la televisión” y acusó al gobierno de hacer “un plan de marketing en lugar de uno de seguridad vial”. Para apoyar su palabras, expuso: “Tenemos un sistema de scoring (puntajes a los conductores) por el cual solamente se retiraron 20 licencias en todo 2009, cuando circulan por Capital dos millones de vehículos por día”.
Los pedidos de las entidades no gubernamentales insisten en que la educación vial se dicte en las escuelas, pero sin caer en una explicación de las señales de tránsito, como se correspondería con alguien que pretende obtener su licencia de conducir. En este caso, plantean que dentro de las diferentes materias se guíe a los jóvenes para que piensen sobre por qué deben usar el cinturón de seguridad. “Es más efectivo explicar las razones para utilizarlo, porque se lo va a hacer usar al padres y lo va usar él”, agregó Dell’ Olio.
Para bajar un cambio
”Bajemos un cambio” es un proyecto desarrollado por humoristas gráficos, junto con la Asociación de Personal de Organismos de Control de la Nación (APOC), que invita a los conductores a tomar conciencia.
La muestra itinerante, que recorre desde hace más de un año las provincias del país, está integrada por piezas de Caloi, Crist, Daniel Paz, Garaycochea, Jorh, Kappel, Langer, Liniers, Maicas, Marito, Max Aguirre, Parés, Pati, Peni, Rep, Sábat, Sendra, Tabaré, Tute y Wolf/Toul.
El Secretario general de APOC, Hugo Quintana dijo a La Unión: ”Con los humoristas gráficos quisimos llegar desde un lugar distinto. Es un humor ácido, penetrante y de gran impacto. Es un mecanismo que llega a la gente. Queremos modificar las conductas que generan tanto daño”.
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