junio 08, 2010

“Che Pibe”, una organización para que la infancia siga jugando

Trabajan con las familias para defender los derechos de los niños. La entidad cuenta con un jardín materno-infantil, una Casa del Niño, otra del Joven y una escuela de oficios. Intentan que los chicos tengan un lugar para crecer.

En Fiorito, hace 23 años surgió “Che Pibe”, una organización social que en la actualidad recibe a centenares de niños y jóvenes con el objetivo de que los chicos “crezcan siendo felices y sintiéndose protagonistas”, según definió en diálogo con La Unión su vicepresidenta, Marcela Val.

“Che pibe, vení a jugar”, una frase que se convirtió en lema y dio forma a la entidad que trabaja en uno de los barrios más pobres de Lomas de Zamora. La organización cuenta con una escuela materno-infantil a la que concurren 100 niños; con una Casa del Niño, a la que asisten 350 chicos de entre 6 y 12 años en contraturno escolar; y con la Casa del Joven, formada por chicos desde los 13 años.

La Casa del Niño ofrece juegos, comida, clases de computación y apoyo escolar. El requisito para participar es que los chicos asistan a la escuela. Mientras tanto, los más grandes tienen actividades de las más diversas porque el lugar cuenta con una escuela de panaderos (que hace dos años emite títulos oficiales a sus egresados), una de danzas folclóricas, talleres de cine, serigrafía y fotografía.

“Somos una escuela de oficios”, dijo Val y se alegró. Pero hay más. Desde comienzos de este año formalizaron un convenio con la cooperativa de cartoneros “Amanecer” para recibir a los hijos de los trabajadores en el turno noche, a partir de las 17. “Se les da de comer, herramientas de higiene, recreación y talleres de derecho”, explicó.

No es casualidad que la institución no gubernamental adhiera a la consigna “El hambre es un crimen”, y por eso participe en el Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo.

“Che Pibe es como un pulmón que oxigena porque los pibes acá encuentran un lugar para crecer”, graficó la referente social, que resumió la realidad de su barrio: “estamos rodeados del tema de la trata (de personas), de vendedores de ‘merca’, de basurales y así es difícil que crezcan positivamente”.

En ese contexto de pobreza, peligros y contaminación, lo importante parece ser algo simple: que los chicos jueguen. Y a eso apunta “Che Pibe” con la escuelita de fútbol infantil, en la que participa un centenar de niños de diferentes edades, que también tienen acceso a la biblioteca popular que funciona en las instalaciones de la entidad.

Para costear las actividades, la institución tiene convenios con la provincia de Buenos Aires, a través de la Unidad de Desarrollo Infantil (UDI). Sin embargo, Val subrayó: “siempre le huimos a los padrinos políticos partidarios, es algo que nos costó, pero a la larga nos fortaleció tener autonomía política”.

El nacimiento de “Che Pibe” fue hace 23 años gracias al trabajo en conjunto de un grupo de vecinos de Fiorito y estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Todo empezó para “ayudar a los chicos que estaban más expuestos a situaciones de violencia, en la calle o con problemas familiares”, relató la vicepresidenta, y una de las fundadoras de la entidad que aseguró que “a través de la labor con las familias se logra trabajar por los derechos de los chicos”.

“Lo más lindo de ´Che Pibe´ es cuando ves que a través de la participación, los chicos sienten que el mundo es de ellos y para ellos. Los ves felices y protagonistas”, concluyó la referente.

Colaborar con “Che Pibe”

“En este momento estamos necesitando ropa, porque muchos chicos tienen poca o no tienen”, comentó Marcela Val, la vicedirectora de la fundación que recibe donaciones en su sede de Milán 2348, entre Baradero y Campana, Fiorito. El teléfono de la entidad es 4286-5987.

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