junio 04, 2010

Club Unión de Lanús, de las ruinas a un espacio deportivo y muy social

La institución nació tras la crisis de 2001. Tiene dos escuelas para adultos, dicta talleres populares e inauguró una biblioteca, para la cual piden libros.

En solamente ocho años de vida, el Club Social y Deportivo Unión logró tener canchas de fútbol, handball y básquet, un bachiller para adultos, una biblioteca y hasta una emisora de radio comunitaria, en el terreno donde había una fábrica abandonada. Su presidente, Walter Ramella, observó el rápido crecimiento y lo analizó: “además de lo deportivo, tenemos un objetivo social y una visión a largo plazo, para que perdure en el tiempo”.

La institución, ubicada en Posadas 455, Lanús Este, fue fundada en 2002 en un espacio que perteneció a la fábrica Alpargatas, cerrada tras la crisis de principio de esta década. “Un grupo de vecinos, que veníamos preocupados por la falta de espacios de esparcimiento y recreación en la zona, decidimos hacer un lugar para que los pibes practiquen deportes”, recordó Ramella.

Después de que la empresa declaró su quiebra, fue a remate y “la compró el acreedor hipotecario”, relató el máximo referente del club, quien aclaró que “siempre tuvieron una buena relación con los dueños anteriores”, ya que “estaban agradecidos porque el lugar estaba cumpliendo un fin social”. De esta forma, el Unión obtenía el permiso legal para poder hacer uso de las instalaciones.

Al principio inscribieron socios y solventaron las obras de remodelación con el dinero que ingresaba por los alquileres de las canchas. De este modo, y en poco tiempo, construyeron una sala de computación, una biblioteca, dos aulas para que funcionen los servicios educativos y un nuevo salón de usos múltiples.

Estas obras representan toda una declaración porque el club demuestra tener muy presente el compromiso social con la comunidad. Por eso, no asombra que en la entidad deportiva funcionen dos escuelas: primaria y secundaria, para adultos, que poseen una currícula semi-presencial, cuestión que permite a los alumnos completar sus estudios con mayor flexibilidad horaria.

Los socios, además, cuentan con el espacio de una radio que transmite por internet, mientras que se hacen las refacciones edilicias necesarias para colocar la antena, que le permitirá al Unión de Lanús atravesar el éter. “En una parte de un salón que nos había quedado chico, se está construyendo el estudio y la cabina del operador técnico. Ya encargamos un transmisor y una torre de antena”, adelantó Ramella.

El proyecto radiofónico cuenta con “el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación”, contó el presidente del club donde se practican artes marciales, danzas, gimnasia artística, handball, básquet y fútbol.

La institución del conurbano sur se encuentra participando en dos ligas de fútbol infantil y en la Liga de Básquet de Avellaneda. Asimismo, el equipo de handball compite en la Asociación Sureña de Balonmano (Asbal).

Está claro que en la asociación no sólo buscan el ejercicio físico y su presidente así lo expresó: “estamos trabajando con instituciones de Lanús Este y Monte Chingolo para acercarnos más a los adolescentes, que son la franja etárea más descuidada, porque los pibes cuando llegan a los 13 dejan la infancia y abandonan el club justo en la edad en que más expuestos están”.

Para no quitarles ese “paraguas protector”, están organizando torneos de fútbol, en cancha de 11, con algunos clubes vecinos y así logran juntar a muchos “pibes de 14 ó 15 años para poder mantenerlos ligados a la actividad deportiva”, relató el referente del Unión.

El club creció mucho en poco tiempo, y en la actualidad tiene más de 400 chicos haciendo deportes, y cerca de 250 adultos en la escuela. ¿Un dato curioso? La mayoría de los que estudian son papás o abuelos que “llevando a sus chicos a hacer deportes vieron la posibilidad de completar sus estudios”, contó Ramella.

Hace poco terminaron una biblioteca a la que llamaron Arturo Jauretche, en honor al pensador, escritor y político argentino. Si bien está terminada, en cuanto a su edificio, le “vendrían muy bien más libros, así que aceptamos donaciones”, confió el titular del Unión. El número telefónico para quienes quieran colaborar con la causa es 4230-9798.

Nota publicada en la edición impresa de La Unión del 4 de junio de 2010

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