julio 23, 2010

Debatir con pares sobre el trabajo autogestionado

Microemprendedores lomenses se juntaron para compartir sus experiencias y plantear posibles mejoras a su tarea. Muchos accedieron a préstamos solidarios que no exigen garantías.


Un centenar de microemprendedores lomenses se reunió a debatir sobre cómo mejorar sus posibilidades laborales. El evento se llevó a cabo en un jardín de infantes comunitario ubicado en San José. En el patio del lugar armaron una feria y en las aulas hubo talleres que invitaban a compartir experiencias.

Cerca de las 9 de la mañana el frío no estaba sólo en el jardín de infantes Arrorró. Decenas de trabajadores que tomaron el camino de la autogestión estaban allí preparando sus puestos de venta o charlando, café en mano.

La idea de la jornada organizada por la Fundación de Organización Comunitaria (FOC) fue reunir a los emprendedores para analizar en conjunto sus necesidades. La primera en invitar al debate fue la referente de FOC y coordinadora del Arrorró, Marta Alvarenga, quien anunció: “hoy vamos a elaborar propuestas para mejorar nuestro crecimiento”.

En la misma línea se pronuncio el director de la FOC, Juan Pablo Yovovich, quien explicó a los trabajadores: “queremos saber cuáles son sus problemas, expectativas y propuestas”.

Luego de las palabras iniciales, los presentes se separaron en cuatro grupos de charla-debate. En cada una de las aulas que fueron utilizadas para expresarse, surgieron experiencias laborales concretas de los emprendedores.

Muchos de quienes se acercaron comenzaron sus negocios autogestionados con microcréditos otorgados por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, a través del Banco Popular de la Buena Fe, una propuesta que intenta promover el desarrollo de emprendimientos productivos, de servicio o venta.

Esa modalidad comunitaria permite acceder a pequeños préstamos a personas que no cuentan con garantías y que, por lo tanto, quedan marginadas de los empréstitos bancarios tradicionales. Tanto la FOC como el Instituto Municipal de la Producción, el Trabajo y el Comercio Exterior lomense (IMPTCE) facilitan el acceso de los vecinos al “banquito” de la Buena Fe.

Otros, sin embargo, se acercaron para informarse de cómo conseguir uno de los pequeños créditos para lanzarse en un emprendimiento. Es el caso de una señora, de unos cuarenta años, que contó: “Yo cocino en mi casa y a veces vendo. Me gustaría poder salir a vender afuera”.

Para animarla un poco, otra mujer le confió su experiencia. “Yo saqué un préstamo en el ‘banquito’ para mi emprendimiento. Con esa plata iba a comprar ropa a la (Feria) La Salada y la revendía. Me iba bien”, dijo.

Entre quienes ya tienen sus negocios autogestionados, los reclamos fueron repetidos: “lugares fijos donde poder trabajar”, “espacios de capacitación”, “posibilidades de difusión y publicidad”, fueron los que más se escucharon en los debates. “Necesitamos una feria en el barrio para poder vender sin tener problemas con la Municipalidad”, afirmó una vecina, que parecía haber enfrentado alguna vez esa dificultad.

Los organizadores se comprometieron a analizar los resultados de la jornada y a realizar nuevas reuniones en los próximos meses para encarar “acciones concretas. Estaría bueno que se haga lo de la feria”, decía un emprendedor a sus compañeras mientras esperaban el almuerzo que marcaba el final, por lo menos, de esa reunión.

Cómo funciona el Banco Popular de la Buena Fe

Cualquier interesado en obtener un préstamo (de hasta 500 pesos) para financiar un emprendimiento deberá presentar su proyecto en el IMPTCE, ubicado en Alem 207. La garantía para el crédito es considerada “solidaria” porque los préstamos se aprueban en grupos de cinco emprendedores que actúan de garantes en conjunto.