agosto 07, 2010

Comenzó la exposición de autos clásicos en Monte Grande

En el evento que se prolongará hasta mañana, los socios del club de automóviles exponen sus joyas, por una entrada de 10 pesos. Los niños no pagan.

Separados en cinco diferentes secciones que agrupan a los autos por modelo, marca y año, se encuentran expuestos en el corazón de Monte Grande más de 200 vehículos con mucha dedicación, fanatismo y primaveras encima.

Se trata de la exposición anual del Club de Automóviles Clásicos de Esteban Echeverría (CACEE), que comenzó ayer y continuará hasta mañana, con una entrada de sólo 10 pesos. Entre las joyas que se pueden contemplar en el lugar se cuentan coches nacionales e importados, de las más variadas edades.

Eso posibilita que se pueda disfrutar tanto de un Ford T fabricado en 1926, conservado impecablemente, como también de un fabuloso Porsche modelo 1979. Las categorías no son muy estrictas para la participación, más allá de que es requisito el óptimo estado general de los autos y su perfecto mantenimiento, cuestión que atrae a entendidos y curiosos.

“Esperamos que vengan cinco mil personas entre los tres días”, lanzó entusiasmado el presidente del CACEE, Carlos Mercado. Pero más allá de los vehículos que desafían al paso del tiempo y parecen haber salido de un concesionario hace pocos meses por su inmaculada conservación, la exposición también hace lugar para los autos restaurados y modificados.

De hecho, hay dentro del predio del club (el más amplio del país) varios modelos que fueron diseñados por sus dueños. Es el caso, por ejemplo, de un Citroën 3CV fabricado en 1964 que estéticamente guarda pocas similitudes con su versión original, ya que fue adaptado para tener solamente tres ruedas y una carrocería de aluminio, que lo hace pesar apenas 450 kilos.

Dentro de la feria que exhibe lo mejor del club, los emprendedores fanáticos del diseño del auto propio conviven con quienes prefieren conservar a sus coches ignorando el paso del tiempo.

Para ilustrar tanta variedad alcanza con mencionar que dentro del parque automotor expuesto hay tanto autos de tipo “americano” (que destacan por sus amplias dimensiones), como vehículos de corte “europeo”, caracterizados por ser más compactos.

Tantas opciones abruman a cualquier espectador que quiera pasar un día en familia reviviendo viejas anécdotas frente a modelos que ya no se ven por la calle, pero también permite que los entendidos de la materia automovilística tengan un lugar de reunión e intercambio.

En ese sentido, va una de las propuestas que lanzó el CACEE para esta edición al incorporar un sector de venta de repuestos para coches antiguos donde los “fierreros” podrán comprar algún accesorio faltante para modelos exclusivos.

Dentro de la feria, que ofrece estacionamiento gratuito en el predio, también hay algunos puestos de comidas y postres para complementar un paseo familiar de bajo costo.
Sin dudas esta feria y sus expectativas de convocatoria refl ejan la pasión por el automovilismo en gran parte de la sociedad argentina. En ese sentido, Mercado expresó: “Los autos son parte de nuestra historia y nosotros lo que tratamos de hacer es de recuperarla y conservarla”.

Vivir una pasión

El caso de Claudio, uno de los socios de la institución que más vehículos aportó, pone de manifiesto una vida ligada a la pasión por “los fierros”. En la fl ota que acercó este hombre, de unos sesenta años, se destacan un Porsche alemán y tres Alfa Romeo italianos.

Este fanático que vive de su pasión (la compra y venta de modelos clásicos) analizó a los autos que se fabrican en la actualidad: “No tienen personalidad, si no te fijas de qué marca son no te das cuenta porque son todos iguales”, observó.

Para escapar a la repetición de modelos y autos mal mantenidos que se percibe en cada esquina, la invitación a esta feria de autos clásica esta hecha y sólo dura unos días. Quien quiera conocerla deberá acercarse a Boulevard Buenos Aires 791, Monte Grande.

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